Y si su nombre estuviera grabado
sobre el estandarte de un ejército,
todos bajo esa bandera
caerían borrachos a causa de su signo.
Umar Ibn Al-Farid
El hotel Taj Mahal de Mumbai tenía una librería pequeña y excelente, allí compré el Shiva Samhita, un antiguo manual yóguico. Tenía un tamaño ideal para nómadas que me recordaba al Corán en miniatura que, siendo yo un niño, me regaló un viejo bereber en un zoco, agradecido por mi recital del Bismallah. A veces me he emborrachado con las palabras de los libros, pero como dicen en Andalucía; hay que saber beber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario