Desde la ventana de mi oficina es celeste aguamarina la sombra
más temprana de las nubes en la arena, -Algiers Control, Algiers
Control...-la radio es la música de fondo para el espejismo de alberca
gigante en las dunas del tedio dorado, y por su causa, y a pesar del
agotamiento quiere mi cerebro bañarse en ese estanque, - no creo que ese
celeste lo haya pintado nadie jamás- bañarme en la fe debil y el escaso
recuerdo de los viejos libros sacros, -como aquel Amrta Kunda, piscina
del néctar sin muerte que se tradujo del sánscrito al persa y al árabe
mojando para siempre a los sufíes- esos libros que aseguran que tenemos
un sistema de riego interno, inmortal y gozoso, preinstalado en
este cuerpo de mono, en este cansancio, espejismo, nube, sombra
aguamarina, alberca en el desierto...
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