Amor, todo lo une y lo separa una finísima membrana dice la teoría M, hasta la ciencia la llama mujer, mar, magia, misterio... -la muerte te la quito por una temporada y la guardamos detenida en el congelador o en la compostera nueva para que vaya criando rico humus lombricero- , como un tapiz tejido con brocados de espacio y tiempo en cachemiras retorcidas, burbujean confundidas membranas, branas, bragas, ranas, como hoy en la frontera suiza que ni siquiera me han pedido el pasaporte, multiverso, charcas conectadas o vertederos de muchos versos, paralelos universos con trabajo y con dinero, Europa es una luna jupiterina con un océano habitado y escondido bajo una costra dura de sal muerta, amor, una finísima membrana nos une y nos separa, dependemos de la bomba del pozo y de la bomba del corazón para ver el sol, de la fina piel para retener la sangre, pero somos duros, somos los hijos de los dos millares escasos de post-tobanos, y sobre dos metros de ceniza volcánica venenosa volvimos a tallar herramientas de caza, parece una contingencia milagrosa cada pasito de la supervivencia, pero un mayo de hace sesenta años preparó Miller la sopa del molinero primigenio, y después de atravesar los gases de la atmósfera primitiva con abundantes rayos se empezó a oscurecer con los ladrillos de la vida, como puré de habas tiernas con proteínas y azuquita, membrana de piel de haba, bulle, bulle, vaina rellena de chiquillos verdes, una finísima membrana une y separa lo vivo de lo muerto, un cóctel eléctrico y empieza la fiesta, la teoría de lo que no sabemos explica lo que sabemos, está probado que la vida es una función de la materia, a ti te pagaron la última función y algunos poetas citan mis versos, el capitalismo es un invento reciente en relación a la poesía y el teatro, amor, arte, hazte un traje de flecos chamánicos y flamencos en la mente para amar hasta las cosas, teoría M, mmm, besarte y atravesar esa finísima membrana que nos une y nos separa...
