LA TIERRA DE LA PIEDRA NEGRA


¿Querrían convertirse en desiertos en el desierto,
en luz naranja de risa y llanto,
volverse viento y dicha en la arena, néctar, escalofrío, libertad...

viernes, 3 de abril de 2009

BOLERO BANDOLERO (Cadáver exquisito con Elisa Yorch)






Melancolía del café cargado en los adentros,
más calientes que los afueras, afueras sido un ruín mezquino,
afueras sido un valiente. ¡Allá tú!
Cuando te adoraron los yonquis flamencos del Gran Paulini,
-imagínatelo descolorido, incomprensible a las cinco de la tarde,
en la esquina alamedera con queso-
los últimos adoradores de los agujeros de la Luna,
los despreciados, los perros que se beben las sobras del ávido botellón
y del exabrupto como efecto colateral; eso aprendí
aquella noche de incienso y malas letras, postrada en tu mesa.

¡Y trae más vasos, vasos para todos!
La asamblea del círculo siempre está abierta.
Jondo, jondo, sólo si buscas lo más jondo,
mu jondo, y nada más. ¿Para qué?

Y nunca supo de aquella trampilla que pisaban sus pies.

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