LA TIERRA DE LA PIEDRA NEGRA


¿Querrían convertirse en desiertos en el desierto,
en luz naranja de risa y llanto,
volverse viento y dicha en la arena, néctar, escalofrío, libertad...

jueves, 17 de diciembre de 2009

AMINATU HAIDAR, O SOBRE PASAPORTES Y BANDERAS.




Yo era un niño cuando ésto empezó y mi madre temía que el mayor de mis hermanos asistiera a la última guerra colonial de un imperio-miniatura tan rancio, tan moribundo, tan desastroso...A ver si me acuerdo de todo:
Un rey ve la debilidad de un águila muerta y sin cabeza, marcha verde de autobuses con bocadillos y banderas, descolonización acelerada, invasión o liberación, repoblación intensa (un viejo truco usado en el pasado por chinos e indios que convierte a los nacionales en minoría en su propio país, que ya no es país), naciones unidas, poco, y naciones olvidadas por los tomaydacas geoestratégicos y económicos de los poderosos, un antiguo censo que ya no sirve, un referendum ignorado que nunca llegó, ni llegará. No hace mucho volaba a diario sobre los campamentos de Tindouf barridos por los djinns y la arena, sobre los misiles decorativos argelinos, sobre la línea de riscos negros que hacen de frontera y camino para el contrabando de gasoil, y mi opinión es que todo este asunto se parece a aquel viejo Mig que en verano no podía despegar en las horas más calurosas, como los tanques marroquíes pinchados en la arena con los motores oxidados y los cañones llenos de insectos que buscan las escasas sombras, como aquel viejo castillito lleno de fantasmas de la legión extranjera...; nación y bandera no son nada para mí, ya no deberían serlo para nadie. Me gustaría crear un país nuevo y nuestro, con banderas de ropa tendida y ejércitos de músicos y bailarines, aunque fuera una nación de más de treinta años de tiendas sobre el desierto que revenden en el mercado los rotuladores carioca usados y la carne enlatada de la cooperación caducada, aunque estuviera vestida con las ropas viejas de Europa y se alimentara de las limosnas del amigo que es enemigo del enemigo, y pondría aquellos camellos famélicos que carroñeaban las basuras del mercado en el escudo, como símbolo de la resistencia y la paz...
Y aún así, sea saharahui, marroquí, ambas cosas, o mucho mejor, ninguna de ellas, esa mujer que pasa hambre en un aeropuerto me parece muy dulce, muy bella y muy sabia para saber de lapidaciones con porras, violaciones, golpes y cárceles. Yo le daría un verdadero pasaporte" passe par tout" para que pudiera pasar libre y ligera por todo; a ella y a todo aquel que camine sobre dos piernas, o dos ruedas, disparando sólo palabras.
Un beso para Aminatu Haidar, y un abrazo para Fathi Abderrahman. Con afecto y sin bandera, para los refugiados de las arenas y los dueños de nada.

"Mi niña tiene una banderita
que tengo que besarla
cuando la levanta y la agita"

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