Ra, ra, ra, rayito de ra, ra, ra, rayito
de sol que la ventana descompone manchando de colores el papiro vacío que
descansa entre los cuernos del avión, sol desmenuzado entre los mandos de esta
barca solar, se maravilla un espectro de uniforme
ante la paleta completa del espectro, ra, ra, rayo de vida, viejo carnero que
alimenta el misterio de todo florecer, como flor-sexo-resurrección del más
espacioso Juan Ra, ra, ramón, flor del deseo, serpiente enroscada del libro de
un solo verso, ra, ra, raja, replicarse y mejorar, recuerdo que Riechmann se
burlaba de la tontería que tienen los poetas con la luz, el misterio de la luz,
le pregunto a Χριστόφορος en la piscina si ve el arco iris que rodea los focos
del techo y me dice que no, que no le interesan ni la magia ni los misterios y
que por eso se fue del Congo, me mareo con todas las combinaciones en ramitos
que ensaya la lantana, misterio de color y floración, traga luz, traga luz, el
poeta es aprendiz de tragaluz, podemos fabricar miles de juguetes pero no un
solo cloroplasto, no hay misterio en la codicia, en los registros de la
propiedad, en el mercado global, en las banderas, en las fronteras, no hay
misterio en el pastoreo de las masas con programas infantiles, o en que te
quiten la casa y aún debas todo su valor, barca de la virtud, virtud de la
barca, entra en el misterio de florecer, misterio de luz de color no techni
vestido de arco iris, brilla, confunde, crea, marea, ra, ra, móntate en la
barca de Ra.
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