LA TIERRA DE LA PIEDRA NEGRA


¿Querrían convertirse en desiertos en el desierto,
en luz naranja de risa y llanto,
volverse viento y dicha en la arena, néctar, escalofrío, libertad...

jueves, 4 de diciembre de 2008

EL TONTO DEL DESIERTO




Esto va a peor, soy el tonto del desierto. Me he pasado todo el día en el avión deseando regresar al campamento para perderme por las dunas hasta que oscurezca. Hoy he cambiado el rumbo, y he subido al macizo de las dunas de poniente, allí tienen más movimiento, las cimas van subiendo en sierra y a veces se forman profundos valles, ombligos gigantes totalmente ocultos hasta que no trepas por sus lomas guardianas. Trepo, bajo corriendo y tropezándome, me dejo caer en locas volteretas hasta lo más hondo, destrozo la línea perfecta que angula las laderas, y cuando me canso me siento porque empieza el cine de la sábana de cristal que acaricia veloz todos los lomos y todos los huecos, y se forman remolinos geniosos, ¡hay remolinos que me bailan enfrente! Todo es suave al cuerpo , gustosa cada consistencia de la arena, maravilla y delicia a los ojos la luz y el color cambiante de billones de granos-prismas, lisura absoluta junto a las ondulaciones de piel de cebra solysombra, y siempre más arriba, más dunas como olas montañosas congeladas en un cuadro japonés, no es mística, no es ciencia, pero el viento es bálsamo, la consciencia es olvido, los recuerdos ni vienen, los sentimientos son todos para esta sensación fuerte de presente, la razón no hace falta y la discriminación no tiene con qué trabajar, ningún ansia, ningún pesar puede entrar aquí, aquí sólo puede jugar el tonto del desierto.Para volver tengo que bajar al valle de los arbustos, ya no le llamo de la sabiduría, recojo un escarabajo seco que se quedó a las puertas de su casa, al lado de sus bolas, un pajarito blanco y negro me persigue un rato curioso, nunca ha visto uno de mi especie, soy feliz, no hay mística, no hay ciencia, sólo soy el tonto del desierto.

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